Como cada primavera, el CEIGRAM ha participado en la Asamblea General de la European Geosciences Union (EGU) en Viena, del 27 de abril al 2 de mayo. Este congreso internacional reúne a miles de científicos de todo el mundo para debatir avances en todas las ramas de la Ciencia de la Tierra. La meta de la EGU es ofrecer un espacio donde los científicos puedan exponer sus investigaciones y discutir sus conceptos con especialistas de todas las disciplinas. Dado el alto grado de participación en este evento, se ha establecido como un destacado espacio de divulgación de los estudios del CEIGRAM, con una destacada presencia de su equipo investigador, manteniendo una participación constante durante más de 15 años.

En la edición de 2025, representaron al CEIGRAM en Viena los investigadores Mario Ballesteros, Ernesto Sanz, Andrés Almeida, Faten Ksantini, María Teresa Jiménez, Sofía Garde y Ana María Tarquis.

El primero en participar fue Mario Ballesteros, del proyecto AGUAGRADA, presentando la evaluación socioeconómica de las medidas de adaptación recogidas durante el proceso participativo con actores locales de su zona de estudio, el Arroyo la Balisa, en Segovia. Su presentación tuvo por título: “Building resilience in Mediterranean agriculture through participatory approaches: an evaluation of climate adaptation strategies in the Arroyo de la Balisa Sub-basin”.

Desde el segundo día, los pósters del Proyecto BIGPREDIDATA y del estudio y caracterización de pastos en la Comunidad de Madrid estuvieron disponibles para que las asistentes a la EGU pudieran verlos. Maite Novellón y Sara Lacalle, del Proyecto BigPrediDATA, titularon su poster «Integrating Orthophotos and Field Data for Precision Vineyard Yield Prediction: A Case Study of Tempranillo Grapevines”, presentando un algoritmo que han desarrollado, capaz de detectar los metros lineales reales de producción de su viña, excluyendo las faltas, en base a una ortofoto de una parcela de Tempranillo dispuesta en espaldera.

Por otra parte, el póster sobre el estudio de pastos de la CAM de Marcos Aragón, titulado: “Analysis of pasture biomass projections under Climate change scenarios in the Community of Madrid”, evaluó el tipo de pastos de diferentes zonas bioclimáticas madrileñas, para posteriormente cruzar esos resultados con modelos climáticos con diversas proyecciones de cambio climático y cómo éstas pueden afectar a los pastos en el futuro; el objetivo es anticipar cambios en la dinámica de la biomasa, permitiendo desarrollar estrategias de gestión adaptativas.

Ernesto Sanz presentó un estudio: “Clustering Soil Health Across Europe Using LUCAS Soil Dataset and Unsupervised Learning Techniques” que trata sobre la clasificación de la salud del suelo en Europa mediante técnicas de aprendizaje no supervisado, recogiendo indicadores clave como el carbono orgánico, el pH o la densidad aparente del suelo. El trabajo permitió identificar grupos de suelos con características similares y niveles de degradación distintos, lo que facilita detectar regiones que requieren una gestión adaptada del suelo. Este estudio, desarrollado en el marco del Proyecto Europeo iCOSHELLs, representa una herramienta escalable para el seguimiento de la salud del suelo a gran escala y la toma de decisiones en políticas agrarias y medioambientales.

El tercer día de Congreso, Andrés Almeida presentó su estudio sobre detección de Tuta Absoluta en tomates usando IA (Automated detection of tuta absoluta (Meyrik) lesions on tomato plants using artificial intelligence) y Faten Ksantini, con la estimación del rendimiento de un cultivo de cebada utilizando modelos de regresión (Barley Yield Estimation Using Regression Models and Spatial Pattern Analysis). El estudio de Andrés Almeida, como parte de un ambicioso proyecto de adaptación de cultivos de invernadero al cambio climático (LIFE-ACCLIMATE), desarrolló un sistema de detección automatizado basado en IA para identificar lesiones provocadas por Tuta Absoluta, utilizando el modelo YOLO_v8, reconocido por su eficiencia en detección en tiempo real, y ha servido para minimizar el uso de fitosanitarios fortaleciendo un Manejo Integrado de Plagas (MIP).

Faten Ksantini presentó un estudio sobre estimación del rendimiento de cebada mediante modelos de regresión y análisis espacial, desarrollado en la finca experimental «La Chimenea» (Aranjuez, Madrid). Utilizando sensores remotos y de proximidad —incluyendo medidas de electroconductividad del suelo— y trabajando a una resolución de 6 metros, se aplicaron dos enfoques de regresión, Múltiple Lineal (MLR) y Random Forest (RFR). Más allá de obtener excelentes resultados predictivos (R² > 0.85), el trabajo destaca por integrar métricas espaciales para generar mapas de predicción del rendimiento, identificando con precisión las zonas de alta y baja productividad dentro de la parcela.

El cuarto día de la EGU25 tuvo un espacio para su presentación Maite Jimenez, también del Proyecto AGUAGRADA, quien presentó “Evaluating climate change impacts on cereal yields, water balance and irrigation strategies in the La Balisa Sub-Catchment”, presentando los resultados preliminares del proyecto, a través del cual han buscado las mejores estrategias de adaptación de los cultivos de su zona de estudio según modelos de cambio climático a medio y largo plazo. Estrategias de adaptación como la rotación de cultivos, la elección de variedades resistentes al calor o la transformación de algunos cultivos favoreciendo los cultivos leñosos, como el pistacho y la vid.

En la jornada de clausura, la profesora Ana María Tarquis, subdirectora del CEIGRAM, presentó los resultados del proyecto desarrollado para el Ministerio de Agricultura de Malta, con la ponencia “Projected Impacts of Climate Change on High Temperatures for Tomato Cultivation”. en la cual se abordaron la definición, desarrollo y resultados de este proyecto, con el que se buscaba adaptar la producción de tomates de este país mediterráneo a las condiciones cambiantes que impone el cambio climático.